¿Que es la auscultación cardiaca veterinaria?
La auscultación cardiaca se basa en la detección y análisis de sonidos producidos en el corazón por la apertura y cierre de las válvulas cardiacas, por el flujo sanguíneo dentro de las cámaras cardiacas o a través de los grandes vasos y por las vibraciones que se producen en las paredes cardiacas cuando se contraen o se relajan y se llenan de sangre.
Se trata de una técnica diagnóstica imprecisa y que está influida por numerosos factores externos a los sonidos cardiacos: las condiciones de auscultación no siempre son ni las ideales ni constantes y regulares, las características del tórax, piel y pelo, incluso de carácter y comportamiento de los pacientes, son igualmente factores muy variables entre uno y otro.
Influyen otros factores como los equipos usados para la auscultación (estetoscopios o fonendoscopios) que tienen diferencias significativas entre unos modelos y marcas y otros.
Finalmente, no todos los individuos percibimos los mismos sonidos, con la misma capacidad y nuestra percepción auditiva ni siquiera es constante; con el paso del tiempo cambia nuestra agudeza auditiva y dejamos de percibir sonidos que anteriormente podíamos percibir con normalidad.
¿Cambia la capacidad auditiva de los profesionales a lo largo de su vida?
“A lo largo de la vida es inevitable que se produzcan cambios en la capacidad auditiva: el mismo veterinario no será capaz de percibir del mismo modo y con la misma sensibilidad un sonido cuando estudia en la universidad, cuando lleva 10 años trabajando o cuando tenga más de 25 años de experiencia clínica”.
Resulta prácticamente imposible objetivizar el proceso y los hallazgos auscultatorios en un paciente determinado del mismo modo que la enseñanza resulta compleja debido a esta variabilidad, diferencias individuales y el hecho de que la grabación de los sonidos reales es complicada y los métodos más habituales modifican en cierta medida las características de los sonidos grabados.
Además de estas dificultades en la auscultación, los humanos somos animales “visuales” en mucha mayor medida que auditivos y, actualmente, en la mayoría de los casos, tenemos una capacidad analítica y descriptiva sonora, menor que la visual.
¿Es posible mejorar la capacidad de auscultación cardiaca?
El entrenamiento (y las condiciones naturales de algunos individuos) puede mejorar esta limitación: del mismo modo que podemos entrenar nuestro sentido del gusto para identificar un vino u otro o podemos entrenar a nuestro olfato para diferenciar entre unos perfumes y otros, es posible entrenar a nuestro oído para detectar e identificar sonidos normales y anormales producidos en el corazón de un paciente.
¿Como se transmite los sonidos de la auscultación del paciente?
Los sonidos se transmiten a través de los medios líquidos y sólidos de la pared torácica y estos medios y sus cambios producen cambios en la percepción de los sonidos que transmiten: una neumonía o un enfisema pulmonar cambian la capacidad del tejido pulmonar de transmitir los sonidos, un derrame pleural aísla la cavidad torácica desde un punto de vista sonido e impide la captación de sonidos desde el exterior (ocurre un efecto similar con un derrame pericárdico aunque, en este caso, los sonidos respiratorios se mantienen con mayor normalidad).
La obesidad, una cantidad abundante y espesa de pelo, la presencia de neoplasias, cicatrices o hematomas en la pared torácica, modifican igualmente, la percepción sonora que tendremos del paciente.
Dr: Enrique Ynaraja, Guía de Auscultación clínica en perros y Gatos.