En el momento que un cliente presiente que su mascota está enferma, el especialista veterinario debe atender inicialmente a los síntomas que presenta el animal en cuestión. Cuando nos referimos a enfermedades cardiovasculares, se distinguen varios signos que pueden identificar un problema cardiovascular como: la tos, la disnea, la taquipnea, la intolerancia al ejercicio… Estos síntomas no tienen porque ofrecer un problema en el cuadro cardiovascular, pero si crean un estado de alerta que se debe de identificar para poder solucionarlo.
Cabe mencionar que es conveniente analizar la historia clínica del paciente para encontrar aquella información adicional que facilite el diagnóstico. Por otro lado es determinante a la hora de realizar el análisis del historial clínico, conocer tanto la raza, edad y enfermedades congénitas del animal.
Una vez identificada toda la información en la historia clínica la exploración física debe ser inminente. Este análisis debe considerarse como una práctica constante en cada visita o revisión anual, estando o no enfermo el animal. De forma pautada se ha de realizar un estudio físico en la mascota siguiendo varios pasos:
Inspección | Detectar, observar y discriminar, de una forma precisa, síntomas anormales en relación con la anatomía normal. |
Palpación | Examinar el cuerpo del animal utilizando el sentido del tacto. |
Percusión | Exploración física que, mediante pequeños golpes con los dedos sobre la superficie corporal del paciente delimite las zonas de distinta sonoridad. |
Auscultación | Mediante fonendoscopios como eKuore se valora los sonidos anormales o patológicos. |
De entre todos los pasos anteriores, la auscultación, preferiblemente a través de fonendoscopios, es el procedimiento que más fiabilidad y eficacia muestra respecto a los resultados recogidos.
Para identificar los sonidos cardíacos normales durante la auscultación de animales caninos y felinos, cabe destacar que se percibe la presencia dos sonidos y dos silencios de diferente duración. El primer sonido se debe al cierre de las válvulas antriventriculares y vibraciones en las grandes arterias. El segundo sonido, más corto y agudo que el primero, se produce cuando se cierra de forma pasiva las válvulas aórticas y pulmonares.
Audio registrado con eKuore. Auscultación normal de un canino:
Pero también, gracias a la escucha de la auscultación, podemos determinar varios sonidos que presenten anomalías cardíacas:
SOPLO:
Encontrar un soplo en la auscultación de la mascota es la forma más habitual de encontrar una patología cardíaca.
El sonido que se recoge es debido a la turbulencia que se produce cuando la sangre atraviesa algunas estructuras cardíacas o vasculares debido a un trastorno de las válvulas cardíacas.
Es muy importante auscultar en diferentes zonas corporales cómo en el Hemitórax izquierdo y derecho o la zona torácica craneal.
La intensidad del soplo puede clasificarse según su volumen en 6 grados, desde muy débiles a muy fuertes.
Una de las dificultades con las que se puede encontrar un veterinario es la imposibilidad de escuchar un soplo en mascotas que presenten obesidad, nerviosismo y jadeo, taquicardia o disnea.
SONIDOS ATENUADOS O AUSENTES.
Es un signo de alerta cuando observamos en la escucha ausencia del sonido o cuando éste es débil.
Esto puede ser producido por varios casos:
– Derrame pericardio. Acumulación anormal del líquido en la cavidad pericárdica.
– Derrame pleural: Acumulación patológica de líquido en el espacio pleural.
– Pacientes obesos, posición corporal, fisiología torácica.
SONIDOS ANORMALES:
Se presentan debido a pequeñas alteraciones en el corazón. Pueden ser sonidos de galope (nombre que recibe porque se asemeja al ruido de un caballo galopando) o cuando se produce un desdoblamiento del primer o del segundo tono.
ARRITMIA:
Las arritmias son causadas por problemas en la conducción eléctrica del corazón, y en la escucha recogida en la auscultación encontramos una alteración en la frecuencia y ritmo cardiaco.
Pueden ser lentos, rápidos o un intercalado anormal de sonidos.