Montse Rabanal – Cardióloga veterinaria – ECG Veterinaria
Las cardiopatías generan básicamente dos tipos de signos: los asociados a congestión y los producidos por reducción del gasto cardiaco.
En el primer caso, la insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) izquierda que genera edema pulmonar producirá disnea que variará en severidad en función de la gravedad del edema. Hemos de pensar que con un pulmón “encharcado”, la ventilación se hace muy difícil. En la auscultación podemos apreciar crepitaciones finas. La frecuencia cardiaca se incrementará como uno de los primeros mecanismos compensatorios que se establecen.
La tos se relaciona con un aumento severo de la aurícula izquierda (paso previo a que se pueda producir el edema pulmonar). Es importante distinguirla de la tos de origen respiratorio incluso por una oclusión bronquial (por ejemplo por broncomalacia) sin que exista aumento auricular izquierdo.
La ICC derecha se produce por aumento severo de las cámaras cardiacas derechas lo que genera una dificultad en el retorno venoso, congestión de la vena cava caudal y hepática que conlleva a ascitis. Aunque es un signo menos habitual que el edema pulmonar, se presenta también frecuentemente. Debe distinguirse de otras causas de ascitis, desde hipoproteinemias, hasta causas a nivel abdominal o dificultad del retorno venoso pero por presencia de masas a nivel torácico o derrame pericárdico con taponamiento cardiaco.
Los signos de bajo gasto cardiaco son aquellos que generan un menor aporte de perfusión tisular, periférico y central generando signos como fatiga, peor tolerancia al ejercicio, debilidad, síncopes, pérdida de peso, etc. Las alteraciones estructurales cardiacas (dilataciones con pérdida de capacidad de bombeo, o las lesiones obstructivas en el tracto de salida del ventrículo izquierdo, o las comunicaciones anormales entre cámaras o vasos) pueden producir una reducción del gasto cardiaco. Otra opción sería la de la aparición de arritmias tanto bradicardias como taquicardias, que hacen menos eficaz el bombeo o directamente, reducen la sangre bombeada por minuto.
En la exploración, además, la detección de un soplo o de arritmias han de hacer valorar cual es la causa de su presencia porque podrían no estar siempre relacionadas con cardiopatía primaria (por ejemplo soplos asociados a policitemia o anemia, en pacientes atléticos o galgos, o arritmias por hipertonías vagales, asociadas a hipotiroidismo, feocromocitoma, etc.).
Consulta otros artículos del blog de eKuore