eKuore ha dado un paso más en su servicio a los veterinarios y ahora junto con el primer fonendoscopio inteligente del mercado se puede adquirir un paquete de estudios cardiológicos realizados por una especialista en la materia, Montse Rabanal.
Los estudios cardiológicos son una herramienta de gran utilidad para los veterinarios, y eKuore ha lanzado una oferta en la que se incluye 1 fonendoscopio inteligente y 3 estudios por 299 euros, o 1 fonendoscopio y 5 estudios por 325 euros. Con la posibilidad en cómodas cuotas, en 6 u 8 meses.
Qué aporta un servicio de telediagnóstico en cardiología
En aquellos casos en los que decidimos remitir un paciente porque creemos que otro compañero con conocimientos más específicos puede ser de ayuda para dar un buen servicio de diagnóstico, tenemos dos opciones: remitirlo a otro centro veterinario de la zona (cuando existe, que no es siempre), proponiéndole el desplazamiento al propietario, o remitir todas las pruebas que hemos realizado a un servicio de telediagnóstico para tener el asesoramiento en la propia clínica, vía telefónica, internet, etc.
Este es lo que nos propone la alianza de eKuore con Montse Rabanal. Este tipo de servicio ofrece varias ventajas:
1. Una de las principales sería la comodidad del propietario de no haberse de desplazar fuera de su centro veterinario habitual. Las pruebas realizadas son remitidas al centro de telediagnóstico que en pocas horas (o incluso, a menudo, de forma inmediata si se trata de una situación de urgencia) nos podrá dar su opinión sobre el caso.
2. No dependemos de que en la zona exista un centro veterinario con especialista. El telediagnóstico permite la consulta de un especialista que puede estar a muchos kilómetros de distancia, pudiendo escoger el que me parezca más competente.
3. El trato personalizado en relación a las características del paciente y contextuales suelen ser tomadas muy en cuenta al existir una conversación directa entre el veterinario generalista, que va a hacer el seguimiento del caso, y el veterinario especialista que le puede aportar, además de la información diagnóstica, algunos detalles o trucos que pueden ser de utilidad en casos específicos y que ha adquirido con la práctica.
4. Como debería ocurrir en cualquier visita de un especialista, se obtiene un informe final que se le puede entregar al propietario como resumen de la valoración de las diferentes pruebas realizadas, las conclusiones, diagnósticos compatibles, recomendaciones de otras pruebas adicionales o terapéuticas, además de aproximar un pronóstico y aconsejar las siguientes revisiones. Esto hace que la información que se ha recogido en la visita y pruebas efectuadas por el veterinario generalista (en su propio centro), acabe convirtiéndose en un estudio cardio-respiratorio completo y de gran valor añadido que, sin duda, apreciará el propietario.
5. En relación a la cuestión económica, la valoración de un servicio de telediagnóstico siempre es mucho más asequible para el propietario que el remitir al paciente a otro centro donde un veterinario especialista, volverá a realizar la visita e, incluso, en ocasiones, podría pedir repetir las pruebas ya realizadas. A no ser que directamente, sin hacer ninguna exploración, el veterinario generalista remita al paciente al veterinario especialista (situación muy inusual y casi impensable), las exploraciones generales se duplicaran y por tanto el coste de las visitas. El veterinario generalista, además, se beneficiará de la facturación en su centro de las pruebas efectuadas para poder llegar a un diagnóstico y de las siguientes visitas de seguimiento.
Las desventajas más evidentes se presentarían en las situaciones en las que se requieran de maniobras específicas para el diagnóstico o tratamiento y en las que el veterinario generalista no esté muy entrenado como por ejemplo, realización de una pleurocentesis o pericardiocentesis. Otras pruebas como una ecocardiografía-Doppler, además de requerir del aparato apropiado, necesitan de un veterinario que sepa realizarlas correctamente si es que han de enviarse las imágenes para su evaluación. También en casos en los que el tratamiento requiere de cirugía o intervencionismo, ha de ser siempre el propio especialista quien va a realizar la intervención, quien valore con detalle el caso.
Una desventaja que podía presentarse era la valoración de la auscultación, que es un dato muy importante de la exploración cardio-respiratoria, pero con el uso de un fonendoscopio inteligente que permite remitir también la auscultación del paciente (sobre todo cuando existen dudas de lo que se ha auscultado), este problema queda totalmente solventado.
Para qué sirve tener el sonido grabado de una auscultación
Los registros de las auscultaciones pueden ser de gran utilidad en diferentes aspectos:
– La visualización del fonocardiograma puede ayudarnos a identificar los tipos de soplo (sistólico, continuo, diastólico) o ritmos anormales como ritmos de galope, desdoblamientos de los tonos S1 y S2, aparición de sonidos extras (S3 o S4), detección de clicks sistólicos, etc., que nos ayuden a relacionarlos con diferentes cardiopatías o situaciones hemodinámicas.
– Guardar los registros de auscultación puede ser de ayuda para hacer comparaciones con nuevas revisiones del paciente, incluso como comparativa con otros casos nuevos de otros pacientes.
– Compartir las grabaciones con otros compañeros puede ayudar a resolver dudas en relación a la auscultación.
– El uso de software de sonido para, por ejemplo, ralentizar la auscultación puede facilitar la identificación de los sonidos cardiacos, especialmente en los gatos.
Lee los artículos de Montse Rabanal sobre cardiología veterinaria en el blog de EKuore:
– ¿En qué pacientes debemos prestar mayor atención para evaluar procesos cardiacos?
– ¿Qué síntomas deben hacerme sospechar de una cardiopatía?
– ¿De qué elementos dispongo para diagnosticar una cardiopatía?